Miedo al cambio

21.08.2018

En algún momento de nuestra vida todos nos hemos visto obligados a tener que cambiar. Puede haber sido cambiar de pareja, cambiar de trabajo, de casa o cambiar algo de nosotros mismos que no encajaba con la forma de querer llevar nuestra vida. Nos ha podido costar más o menos esfuerzo, pero es innegable que todos hemos tenido en un momento dado que cambiar algo. Si nos fijamos bien, todo lo que nos rodea está en continua evolución. La tierra que pisamos, la familia, nuestro rostro, el Mundo, hasta el Universo entero está en continua expansión. No hay nada que permanezca inamovible, podríamos llegar a decir que la vida es aquello que cambia a lo largo del tiempo.

Hay personas que consiguen aprovecharse y sacar beneficio del cambio, viendo una oportunidad de mejora en las situaciones de crisis (crisis es una palabra que proviene del griego que significa evolución, cambio.) Estas personas aprovechan la oportunidad que se les presenta para sacar adelante aquello que se proponen. Ven en el cambio el aliado necesario para evolucionar y alcanzar sus metas.

Sin embargo, hay otras personas que no se sienten cómodas ante el cambio. Prefieren la estabilidad y el control de lo conocido que las posibles futuras ventajas que les puede suponer cambiar. Es común que personas que acuden a especialistas en psicología, coaching, desarrollo personal, etc. detectando conductas nocivas para ellas mismas, sean incapaces de modificarlas, ya que el beneficio que obtienen manteniéndolas es superior a la inseguridad que les provoca el cambio.

Por tanto, haciendo mías las palabras de John H. Newman "En un mundo superior puede ser de otra manera, pero aquí abajo, vivir es cambiar y ser perfecto es haber cambiado muchas veces." El cambio es un bien necesario para la continua evolución y desarrollo del ser humano. Cualquier cambio nos va a conllevar esfuerzo, miedo, incertidumbre, pero solo con valor, sacrificio y entrega conseguiremos cambiar aquello que nos propongamos y alcanzaremos nuestros sueños.